sábado, 6 de octubre de 2012

Ni uno menos

El gran Zhang Yimou  es siempre será un pilar básico del cine chino y sus películas tienen una gran influencia en todos los cinéfilos del mundo. Para conocer su cine no hay nada mejor que ver las películas que componen su filmografía y apreciar y aprender del cine chino.


Pero no sólo aprendemos de cine sino de la sociedad china rural, una sociedad que es muy difícil de entender puesto que hay mucha desinformación y de la que tienen poco interés la mayoría de los europeos o americanos que sólo vienen en busca de negocios en este mundo tan complejo.


Generalmente se dice en occidente que la cultura china es muy cruel y que hacen bestialidades que va por encima de nuestra querida moral (moral que no se sabe delimitar) y anteponemos nuestra moral sin tener claro cuál es la moral más acorde con la ley natural y con las relaciones humanas. La sociedad china es igual de cruel que la sociedad occidental, lo que pasa es que la sociedad occidental “cubre” esta “amoral”.


El trasfondo de la película llama mucho la atención porque es lo mismo que ha ocurrido en Europa y que está volviendo a pasar en muchos pueblo de los países que están sufriendo más la crisis y es la dificultad que tienen los pueblo para tener una educación saludable y acorde con las capacidades de los niños.


En Galicia tuvimos noticias en los telediarios de pueblos que habían sufrido cortes de presupuestos y en los que niños de muchas edades están teniendo una misma clase con un sólo profesor que se las ingenia para poder dar diferentes niveles. Lo mismo que ocurre en China en muchos pueblos  y lo mismo que ocurre en África. Este director de cine ha conseguido plasmar la verdadera pasión, la fuerza de una sola persona por autosuperarse y la crueldad por parte de los mayores que sólo se interesan por su interés.


Además podemos observar todo ese patriotismo con la bandera de China en un mástil y todos adorando su bandera. La película está hecha en el año 1999 y aunque es muy reciente podemos observar que aún hoy día no se puede transmitir lo que se desea en ese país como ocurría con el franquismo español. Para ello, el director utiliza recursos sutiles que saltan a la vista pero muestran más de lo que dice.


Niños que trabajan en el ladrillo para conseguir un dinero que por otra parte es para recuperar a un chico que tiene que trabajar en la ciudad y es explotado para curar la enfermedad de su madre que a su vez puede morir si no es tratada. Todo este trasfondo de explotación de niños, crueldad y dejar desamparados a estos niños son ingredientes que utilizan con sutileza.


Como por ejemplo el uso de las tizas. Están contadas y tienen que escribir las palabras exactas en una pizarra que ha sido donada. Papeles viejo y lápices birriados  que serán el futuro de esos niños abandonas por sus padres puesto que en ningún momento de la película tienen padres e incluso duermen con el profesor. La falta de movimiento hace que la película sea infinita y aburrida, faltaría algo más de esteticidad porque llena a cansar al espectador.



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