martes, 16 de octubre de 2012

Come rain, come shine (me quiere, no me quiere)

El amor es una fuente que emana muchos sentimientos profundo y que cuando se atoran, los sentimientos se quedan enquistados, latente en la mente y no puede seguir floreciendo la viveza de antaño. Pero el amor en este caso tiene dos vertientes diferentes, dos visiones diferentes, dos soluciones diferentes, dos mitades diferentes y una cosa clara se supone que es verdadero.


Quizás haya muchas mujeres que piense que el hombre verdadero es aquel que haga la ropa, lleve a los niños al coche, que cocine y las traten bien. ¿Es eso suficiente? El amor se practica en todos lo sentido que se pueda entender. La compañía no es suficiente si no salen juntos, hacen cosas nuevas y se ríen mutuamente. 


A veces piensan que los hijos son una responsabilidad de ambos y por ello van a estar más unidos pero eso es una falacia deprimente. Los hijos no son el amor, son fruto del amor pero el amor hay que pulirlo y practicarlo ya sea con hechos, con risas, cambios en la monotonía como en el sexo.


Esta pareja que se supone ser perfecta porque los dos tienen éxito en el mundo laboral y que los dos hacen las tareas del hogar pero no lo es puesto que su vida depende de un mismo hilo, un mismo camino. La vida tiene que ir en muchas direcciones para no aburrirse. Ellos se aburren y no saben lo que hacer.


La mujer busca el amor que no encuentra en otro pero realmente ¿Se ha enamorado con otra persona o quiere desprenderse de su aburrida vida?  El hombre sólo deja que la vida siga su curso sin hacer realmente nada. Ambos no intentan arreglar el problema que tienen porque no son nada comunicativos, le falta hablar de sus inquietudes, de sus pesares. 


El tema tratado en esta película coreana es fascinante porque aun siendo de amorno ha sido tratado de esta manera. El desamor, los engaños, los celos, las envidias o los rencores son parte de las clásicas historias de amor. Por ejemplo cumbres borrascosas donde  hay una trama espeluznante.


En esta película nos encontramos con una historia como muchas más, sencilla, normal y muy común y con un problema igual de común. El aburrimiento por una vida sin cambios, las dificultades comunicativas entre las parejas que cada vez están costando más separaciones involuntariamente. Cuando se rompe con la monotonía, la incomprensión y la incomunicación, el amor luce con vehemencia y salud.


Hay muchos tipos de películas y muchos tipos de respuestas por parte de los espectadores. Esta película coreana es muy estática, apagada, aburrida y cansina. Ver dos horas de esta película acaba aburriendo bastante porque los hechos suceden lentamente y con pausas, el diálogo es muy escaso y por eso el espectador es posible que se aburra. Quizás el director haya hecho que el escenario sea escaso (casa y coche), el día lluvioso, las luces tenues y sombríos y las escasas conversaciones para expresar los sentimientos más profundos

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