Los practicantes de la iglesia católica clandestina que quieren tener más de un hijo los ocultan al régimen. Si alguien tiene más de un bebé es multado con una gran suma de dinero que es muy difícil de pagar puesto que hay una pobreza impresionante y obligan a abortarlo. El gobierno no quiere que aumente la población pero lo cierto es que dentro de 20 años los chinos van a ser ancianos y la pirámide poblacional va a parecerse a la de un país desarrollado.
Semana a semana se producen miles de embarazos en esta nación y esta vez se quedó embarazada la joven Feng Jianmei. Esta mujer estaba embarazada de 7 meses pero cómo era la segunda la multaron con una suma de unos 5000 euros y por este motivo el gobierno la obligó a abortar. Los hechos ocurrieron el 19 de junio del 2012.
Además de ser un aborto de riesgo para la madre porque podría haber muerto, le colocaron a su bebé muerto al lado de su cama en el hospital para que lo viese. Esto sobresale a los derechos humanos, a la ética y a la moral de toda la comunidad. No tuvo suficiente con que la obligaran a abortar sino que tenía que verla para que se sintiese culpable. El gobierno ha sido criticado masivamente internacionalmente y por las redes sociales.
Se ha disculpado públicamente para guardar su cara pero ¿De qué sirve la disculpa? La pobre muchacha que ha perdido su bebé y su dignidad va a necesitar psicólogos y posiblemente haya cosas irreversibles. El área internacional ¿Se preocupa realmente de estos hechos? ¿La ONU realmente se preocupa de estas cuestiones? Si queréis ver esta noticia: http://www.planetacurioso.com/2012/06/19/el-gobierno-chino-obliga-a-una-joven-abortar-su-hijo-de-siete-meses/
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