viernes, 28 de enero de 2011

El té en Corea del sur (Parte 01)

La ruta Del 

Before spring rain
a baby leaf.
After spring rain
a baby leaf.

That tiny little baby leaf has died
so one cup of tea
has arrived here.

I too
leaving behind eighty-four thousands bright-hued passions
have arrived here.

Two becoming one, one becoming two, we are here
What's this?
There's not a breath of wind yet
--ting-a-ling-

a wind bell is ringing.
Una campana suena al viento

Antes de la lluvia de primavera
un brote de té
Después de la lluvia de primavera
un brote de té

Ese pequeño brote de té consumido
y así una taza de té
está aquí.

Yo también 
dejando atrás ochenta y cuatro mil pasiones tornasoladas,
estoy aquí.

Dos se hacen uno, uno se convierte en dos, estamos aquí
¿Qué es eso?
No hay ni un soplo de aire aún
ting-a-ling
la campana suena al viento
 
Ko Un
En Corea, la tradición del té ha estado muy relacionada a la práctica del Seon. Si bien en Japón Ikkyu impregnó la ceremonia del té con los valores del zen y el wabi sabi, las prácticas coreanas reflejan una integración plena con la religión, ya que eran desarrolladas en los monasterios por los monjes como camino de elevación espiritual.
La ruta del té no es tan solo la mera ceremonia, sino que siguiendo el recorrido del que parte la taza de té, pasa por el empaquetado, el secado, la recogida y hasta la siembra. Todo este proceso que es un reflejo de la transformación misma que opera en todo momento. El monje al participar de la ruta asiste asimismo a este proceso de cambio continuo que es la naturaleza y se integra en él, en ella.
Dice Lu Yu: Cuando uno se consagra al té asciende en sabiduría, moral, principios y virtud; cuando uno cultiva su propia naturaleza a través del té y desarrolla un buen carácter, piensa en la existencia y busca la verdad, para así encontrar una buena naturaleza espiritual y pureza moral, entonces uno obtiene el reino superior del té: la Ruta del Té.
PRODUCCIÓN
Durante la época Joseon se restringieron las prácticas budistas y con ellas las prácticas del té, que disminuyeron hasta casi desaparecer. No obstante, la tradición se preservó en algunos monasterios apartados que continuaron con ella.
El té coreano se cultiva a mano en la mayor armonía con la naturaleza. La inmensa sabiduría acumulada por los monjes respecto a todos los detalles de su producción se debe a la extrema devoción que estos monjes le profesaban al té. El té a mano suele realizarse por personas o monjes que lo ven como una tarea espiritual que requiere concentración. Algunos empiezan la jornada con oraciones, meditación y lectura de textos.
 
Uno de los aspectos más importantes es el día en el que se recoge el té, pues si es demasiado pronto, la fragancia del té no se completará, mientras que si es demasiado tarde, el espíritu del té se dispersará.  Este día no está fijado de forma rígida, y determinar este momento exacto en el que es propicio recogerlo solo es posible gracias a la intuición adquirida mediante la enseñanza directa.
Dependiendo del día en que es recogido, el té se divide en tres categorías, la primera de ellas la de más calidad.
-Ujeon- recogido antes del día Gok-u (sobre el 20 de Abril)
-Sejak- recogido antes del Ipha (sobre el 5-6 de Mayo)
-Jungjak- después de Ipha
SECADO
El secado se hace al día siguiente de recogerse el té, tras haber pasado la noche al fresco para que absorba la luz de la luna y las estrellas.
Macerado
Se echa el té en un caldero de acero o hierro a 350º. Las hojas se mueven para prevenir que se quemen. Cuando han absorbido el calor se comprimen y se enrollan.
Amasado
Se cogen con las manos y se amasan con las manos vigorosamente en una superficie. Esto intensifica el sabor pero si se hace con demasiada fuerza las hojas se rompen. Velocidad y fuerza son esenciales.


Separado
La parte más delicada y larga. Las hojas tienden a pegarse y hay que separarlas una a una para que el agua pueda evaporarse bien. Se quitan las hojas viejas y ramitas durante todo el proceso.
El proceso recomienza, aunque esta vez los brotes se calientan a menor temperatura.
Tradicionalmente, el número de repeticiones era de 9, pero ahora se considera que 3 o 4 veces son suficientes.
Secado Final
Las hojas casi secas se ponen en hojas de papel sobre el suelo caliente y después de nuevo al caldero. En esta última parte se desprende una nube de fragancia. Se deja tiempo para enfriar antes de empaquetar.

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