Japón
es un país con una media de 1,48 seísmos por día
y por esta razón es un país que tiene que preparase para un posible desastre
que pueda acontecer en ese lugar del mundo. Además es el país más preparado en el mundo para combatir un seísmo y es
lógico ya que sacuden muchísimos terremotos y está en una constante alerta.
Por esta razón los colegios preparan a los niños con
simulacros de terremotos varias veces a lo largo del curso. En Tokio, por
ejemplo, hay bunquers en el subsuelo
para ayudar a que las personas se salvaguarde y todos los ciudadanos tienen
en conciencia que cualquier puede ocurrir un seísmo importante.
Sabiendo esto es normal que hagan encuestas para
saber cómo de conscientes son los ciudadanos de Japón. Este año han hecho una
encuesta para saber qué porcentaje tiene capacidad para resistir algunos días
con agua y comida. En el 78 por ciento de los encuestados han mostrado que tienen la
capacidad de resistir hasta 3 días con agua y con comida.
Algunos de los datos son sorprendentes ya que el 49%
han acordado con sus familiares un punto concreto para reencontrarse en caso de
desastre y sólo el 37% ha pensado que los objetos en lugares altos son
peligrosos y por ello lo han quitado. Está claro que hay mucha conciencia pero que los nipones tienen aún que aprender
más para no ser sorprendidos en un caso extremo “Espanol.ipcdigital.com/2012/09/28/casi-el-80-por-ciento-de-japoneses-almacena-agua-y-alimentos-en-caso-de-desastre/”
Hay una cuestión que atañe a esta situación social y
es la insatisfacción por poder morir continuamente. La concepción de la muerte en este sentido tiene que ser muy
diferente a la de un país en la que no haya un peligro constante en eterna
ebullición pero esto es una cuestión que hay que matizar con una serie de
elementos que también son propios al sintoísmo.
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