Hoy día
Los
pies de flor de loto como se conocen a las chinas que se
vendaban los pies para realzar la
belleza de la mujer es una práctica que hoy día no se realiza, por suerte
para la mujeres. Pero todavía queda un pequeño vestigio de esta costumbre en
alguna mujeres ancianas de pueblo
remotos de la china más antigua que se conoce, en pueblo rurales en las que se
siguen con muchas costumbres antiquísimas.
El pueblo dónde quedan algunas de estas mujeres
ancianas, las cuales tienen entre 70 y 90 años se llama Beijiao y
pertenece a la provincia de Fujian. Son
unas 20 mujeres que tienen pies de entre
7 y 8 cm y era un signo de belleza muy demandado por los hombres de aquella
época. Las mujeres que tenían el pie más pequeños tenían más pretendientes
y de mejores familias con lo que el futuro de la mujer era más próspero.
Un ejemplo de estas mujeres es Lin Fengfeng que empezó a vendarse los pies cuando tenía 5 años en 1931. Ella piensa que
es un signo de belleza y junto con las demás viven en el pueblo pescador y
tranquilo ayudando a las tareas del hogar, viviendo con sus hijos y nietos. Cuando
ven a un extranjero se visten con sus mejores vestidos y zapatos, se arreglan
el pelo y se maquillan. Siguen siendo tan presumidas como cuando tenían 20
años.
La
leyenda
Esta práctica acabo aproximadamente a la caída del
último imperio de China gobernado por el último emperador, Puyi, en 1910. Aunque siguió practicando en algunos pueblos
más antiguos y cerrados, pronto se
extinguió esta práctica. La leyenda de esta costumbre la comenzamos a datar
en el
S.X, durante la dinastía de los Tang. Esta costumbre fue prohibida
y muy castigada por el partido comunista chino.
Cuenta la leyenda que hubo un emperador que quiso
tener un gran banquete y mandó a preparar a una cortesana, que era famosa por
su gran belleza y por su artístico baile, un baile para él. Li Yu,
que así se llamaba el emperador, mandó construir un pis de lotos de oro para que
bailase en él la cortesana, se le adornase con joyas el cuerpo y se le vendasen
los pies imitando una media luna.
Esta mujer se llamaba Yao niang que significa
literalmente mujer triste. Se dice que las mujeres quedaron fascinadas con su baile y todas las mujeres del reino se
vendaron los pies y la de las hijas. En poco tiempo más de 2 millones de
mujeres chinas tuvieron los pies vendados.
Método
en el vendaje
Esta práctica tiene más de 1000 años y se hacían con
mujeres de 4 a 6 años. La forma en
que se ponían los vendajes era siempre con el mismo método. La madre le quitaba
los vendajes, le remojaba en agua con unas hierbas para quitar la piel muerta y
le cortaba las uñas. Las uñas las cortaban lo más que podían.
A continuación le hacía un masaje al pie y le doblaba
los cuatro dedos más pequeños y se los partían, lo ideal era que tuvieran
no más de 7 centímetros. Le echaban un líquido con algodón y le vendaban con
seda el pie. De este modo sólo podían caminar con el talón y el dedo gordo.
Aunque parezca increíble esto era lo más deseoso
para los hombres y los más estéticos eran los más puntiagudos, delgados, arqueados,
pequeño y perfumados.
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